jueves, 6 de octubre de 2011
El carreterín
Pu .Mi hermana y yo mirábamos hacía atrás cuando íbamos por las carreteras aisladas y solitarias hacia nuestro pueblo .Y temíamos que apareciera un esqueleto detrás del coche ,corriendo tras nosotros por la estrecha carretera iluminada por las exiguas luces de posición y las rojas de freno.Y no había ninguna razón especial para ello, pero teníamos claro que ocurriría en cualquier instante Llegaba un momento que la tensión era tal ,que teníamos que dejar de mirar .Y no mirar era igual de malo o peor , porque sabíamos que estaba allí y cada vez acortaba distancia con el coche y aparecería de pronto su cara de ojos vacíos junto a nuestra ventanilla y nos miraría sonriendo y nos cogería irremediablemente .
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Qué impotente se siente un niño ante el miedo, paraliza, a ,mí me daba por pensar cuando no podía dormir, que las plantas decorativas de la habitación cobrarían vida a modo de La cosa del pantano... y me pasaba la noche en vela paralizado observando por si se movían lo más mínimo.
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